Hoy, 25 de noviembre, conmemoramos el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Una jornada para reflexionar y actuar contra una lacra que aún afecta a nuestra sociedad de manera sistémica.
La violencia machista adopta múltiples formas y todas ellas representan una vulneración de los derechos de las personas. Además, y muy a menudo, las violencias sexuales son las más naturalizadas e invisibilizadas, evidenciando la necesidad urgente de poner fin a estas dinámicas de poder y control que limitan la libertad de TODAS las mujeres.
Como trabajadores y trabajadoras, debemos reconocer que estas violencias no sólo se dan en el ámbito privado, sino también en el entorno laboral, y que las mujeres trabajadoras que han sufrido violencia machista o sexual tienen derechos laborales específicos para garantizar su continuidad profesional:
- Reducción y reordenación de la jornada laboral: para adaptar horarios y rutinas según las necesidades personales.
- Derecho a la movilidad geográfica: posibilidad de ser trasladadas a otros centros de trabajo por razones de seguridad.
- Excedencia voluntaria con reserva de puesto de trabajo: con acceso a la prestación de desempleo en caso necesario.
- Derecho a extinguir el contrato laboral: con acceso a la prestación de desempleo.
- Trabajo a distancia: prioridad para desarrollar sus funciones de forma remota cuando sea compatible.
- Derecho a renovar el permiso de residencia: en los casos de suspensión de contrato, para aquellas mujeres extranjeras con permiso de residencia temporal y víctimas de violencia de género.
- Permisos retribuidos y ausencias o faltas de puntualidad justificadas: para afrontar diligencias judiciales o atender situaciones derivadas de la violencia sin sufrir represalias.
- Protección contra despidos discriminatorios: los despidos vinculados al ejercicio de estos derechos se considerarán nulos.
Desde RSTIC, reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad y la seguridad de todas las mujeres en todos los espacios, y animamos a todas las personas afiliadas y trabajadoras de las empresas donde estamos presentes a sumarse a las movilizaciones que se convoquen en los distintos municipios por entidades y administraciones.
Este 25 de noviembre alzamos la voz para denunciar la violencia, apoyar a las supervivientes y construir una sociedad donde ninguna mujer tenga que vivir con miedo.
¡Por una vida libre de violencias!