Actualmente vivimos un buen momento en el sector de las TIC. Hay una gran demanda de puestos de trabajo. Eso permite que muchos trabajadores cambien de empresa estimulados, principalmente, por mejoras salariales. Esta situación se da porque las empresas deben competir entre ellas para poder contratar al personal que necesitan y la principal forma de conseguir sus objetivos es pagar mejor que sus competidores.
En una situación en la que los salarios superan en mucho los míseros sueldos que establece el convenio TIC vigente es normal que un trabajador se pregunte ¿Qué me importa lo que diga el convenio si a mí me pagan más? Vamos a intentar responder a esta pregunta.
SI se pregunta a compañeros y compañeras que lleven años trabajando en el sector podrán decir que esta situación no es nueva. Ya se ha dado con anterioridad. En los últimos 20 años ya se han producido varios ciclos de bonanza económica y masivas inversiones en tecnología, seguidos de periodos de crisis. Quizá el primero y más evidente se produjo con la implantación del Euro que, además, coincidió en el tiempo con el efecto 2000. Ello llevó a una masiva inversión en tecnología que hizo que la demanda de trabajadores se disparara con el consiguiente aumento de los sueldos. Sin embargo, cuando ese periodo acabó, se produjo una crisis en el sector que conllevó el despido de mucha gente y al cierre de muchas empresas de consultoría. Muchos trabajadores fueron despedidos y, para encontrar trabajo, no tuvieron más remedio que rebajar los salarios a los que estaban habituados.
El momento en el que nos encontramos es parecido. La pandemia ha estimulado la digitalización y modernización de muchas empresas y éstas están realizando grandes inversiones en consultoría e informática. Pero esta situación no se prolongará indefinidamente en el tiempo. Llegará un momento en que ese volumen de inversiones descenderá y muchas consultoras se verán obligadas a reducir salarios y condiciones laborales y/o despedir personal para sobrevivir. Pero seamos realistas, en muchos casos no se trata de sobrevivir, si no de seguir manteniendo o aumentando sus beneficios. Con el descenso de la facturación casi ninguna se plantea la reducción de dichos beneficios. Intentan mantenerlos reduciendo los costes, y los primeros que intentan reducir son los salariales.
Es en ese contexto en el que adquiere especial importancia el Convenio Colectivo. Éste fija las condiciones mínimas con las que se debe contratar a la gente. No solo el salario. El convenio fija el número máximo de horas anuales, la jornada máxima diaria, las compensaciones adicionales durante una baja, etc.… El tener unas condiciones fuertes impide que se puedan hacer esas reducciones salvajes y que las nuevas contrataciones se hagan con condiciones de miseria (recordemos que en el actual convenio hay 14 categorías profesionales que están por debajo del actual Salario Mínimo Interprofesional) .
Así pues, como trabajadores, por mucho que ahora disfrutemos de bonanza, sería poco inteligente y previsor el no exigir que el Convenio Colectivo reflejara unas condiciones decentes.
Esto era a lo que aspirábamos la mayoría de nosotros durante la negociación del convenio del sector que se está renovando ahora. Al anterior estuvo caducado durante 9 años. Se pretendía regular por fin una serie de temas como las guardias (una vieja aspiración de las TIC) y una considerable mejora de las tablas salariales. En lugar de eso se firmó una bazofia que ahora los mismos firmantes critican, olvidando mencionar que fueron ellos mismos los que lo firmaron traicionando las aspiraciones, no ya de sus propios afiliados, sino de todo el sector al que dicen representar.
En los últimos meses, después de 2 años de silencio, han aparecido diversas noticias en los medios denunciando lo “malvada” que es la patronal y las malísimas condiciones que quiere incluir en el nuevo convenio. Los sindicatos mayoritarios se han dado bombo celebrando el éxito de varias concentraciones de pacotilla que han realizado para “presionar” a la patronal. Desgraciadamente esta manera de operar ya nos es conocida y ya la denunciábamos en un video que preparamos para las últimas elecciones sindicales de INDRA
«Modus operandi» de RSTIC frente a la empresa – YouTube
Todo apunta a que CCOO y UGT vuelven a preparar el terreno para justificar la firma de un convenio vergonzoso escudándose en la falta de movilización del sector. Tenemos la esperanza de que no sea así y que en sus comunicados realmente subyazca la intención real de firmar, por fin, un Convenio en condiciones. Si esa es realmente su intención, lo que no dicen es que, siendo ellos los principales representantes de los trabajadores en la mesa negociadora, deberían haber empezado hace meses campañas de información y movilización para forzar a la patronal a pactar unas condiciones decentes. Como siempre, poco, tarde y mal.
Desde su fundación en RSTIC hemos aspirado a formar parte de la mesa de negociación del Convenio. Por desgracia, a pesar del crecimiento que hemos ido teniendo desde nuestra creación aún no somos lo suficientemente grandes para ello. Como el resto de compañeros y compañeras del sector nos vemos limitados a esperar que los sindicatos de siempre defiendan veraz y lealmente nuestros intereses.
Esperamos que esta vez no nos vuelvan a decepcionar.