SEGUNDO 1 DE MAYO EN PANDEMIA

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El primer Día del Trabajador data de 1889, un día que tardó mucho en ser festivo, exactamente fue con el inicio de la Segunda República española en 1931. Posteriormente fue prohibido por el régimen de Franco en 1937 que, en su borrachera de victoria, decretó que la «Fiesta de la Exaltación del Trabajo», se celebrase el 18 de julio, que es el aniversario del golpe militar franquista. Pasando página, y tras morir Francisco Franco en 1975, en el camino hacia la democracia, se vivieron las primeras grandes manifestaciones del 1 de mayo que se afianzaron con una masiva demostración de fuerza en 1977, que logró reintroducir el 1 de Mayo como festivo en 1978 de la mano de nuestra joven democracia.

Pero todo eso es historia “antigua”. Ahora, en nuestro segundo #1M en pandemia, hemos comprobado cómo se han congelado y destruido las pocas herramientas de lucha sindical que nos quedaban, ya que, ni a una manifestación tan marcada se os puede convocar con la seguridad de no estar provocando un perjuicio a las personas trabajadoras que quisieran unirse al único día festivo de los derechos laborales, una de las pocas expresiones colectivas laborales que aún han dejado con cabeza.

Por otra parte, la era de la “digitalización mundial” no sólo ha llegado a empujones con la pandemia, nos ha atropellado sin piedad, dejando sin sentido las pocas y anticuadas herramientas legales a nuestra disposición en lo sindical, un hecho que deja claro el poco interés de los legisladores y políticos en modernizar la función sindical y lo que representa para el bienestar de todas.

Hace muy poco compartimos un artículo sobre la evaluación de riesgos psicosociales, que afirmaba que “ha sido la pariente pobre de la prevención de riesgos laborales”. Quizás debiera hacer extensiva esa afirmación diciendo, “el sindicalismo es, y ha sido, el pariente pobre del derecho y el bienestar en España”.

Se ha ganado con sangre, literalmente, mucho de lo que hoy supone tu delicada estabilidad laboral. Así como antes ser mileurista era sinónimo de pobreza, ahora es casi un sueño para muchas personas. Así como antes los “sindicatos tradicionales” que poblaban el 1 de Mayo forzaban a los políticos a mejorar las condiciones de todas, ahora queda claro que son parte del mecanismo de expolio de los fondos públicos, a través de subvenciones millonarias que insultan al que cotiza, contribuye y paga, bajo pena de sanción, y con la opresión de Hacienda.

Por eso la gente de RSTIC se apartó de esos sindicatos, por ellos muchas de vosotras habéis llegado a pensar y decir en voz alta, “los sindicatos no sirven para nada”. Y estamos de acuerdo, ¡ESOS sindicatos no sirven para nada y manchan el sindicalismo con sus corruptelas!

Ha llegado el momento de recordar otro 1 de Mayo. Otro día como esos de finales de año, donde nos prometemos buenos propósitos para lo que vendrá, y nos ponemos tareas que, muchas veces, se quedan en la cuesta de enero o en el cajón de los propósitos para próximo año. Queremos que recuerdes lo que significa este día, queremos que vuelva a tener sentido y fuerza, queremos que lo hagas parte de ti y de tu derecho a luchar por lo que siempre ha sido tuyo, el fruto de tu trabajo y esfuerzo. Ahí estaremos siempre contigo, remando juntos y cambiando este “Mayo Digital”, donde quizás la mayor expresión de fuerza es tu propia determinación de luchar por lo tuyo, con nuestra ayuda y la de otros sindicatos que merezcan tal nombre. Queremos cambiar las cosas, y el camino empieza con tu idea de lo que significa este día, así que:

¡Feliz Mayo Nuevo!